No hubo sorpresas, nada de bajas ni de que el equipo pudiera estar tocado por ellas, fuera los espejismos y los fantasmas de la fase de grupos, las alemanas dominaron Europa por octava vez y sexta de manera consecutiva.
Nadine Angerer se erigió cómo la heroína del equipo en un partido duro ante las noruegas que perdieron su cuarta final ante Alemania, su bestia negra.
@Alberto_Hdez13
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